¿Por qué el Cannabis nos hace sentir bien?

¿Por qué el Cannabis nos hace sentir bien?

¿POR QUÉ NOS HACE SENTIR BIEN? EL CANNABIS ACTÚA EN EL CEREBRO PARA GENERAR PLACER

Pocos minutos después de consumir marihuana, el corazón empieza a latir más deprisa, los bronquios se relajan y se ensanchan y el cuerpo experimenta una sensación de euforia y bienestar. ¿A qué se debe esa placentera sensación de embriaguez? Las investigaciones realizadas hasta la fecha muestran los efectos que tiene el principal compuesto activo del cannabis, el tetrahidrocannabinol (THC), sobre el sistema del cerebro encargado de esa respuesta corporal.

 

¿Por qué nos hace sentir bien? El cannabis actúa en el cerebro para generar placer

De los más de 400 componentes químicos presentes en la planta de marihuana, el THC es el que causa la mayor parte de los efectos conocidos. Cuando se consume, este compuesto pasa rápidamente de los pulmones hacia el flujo sanguíneo, donde es transportado al resto del cuerpo, incluyendo al cerebro. Al entrar en él, el THC actúa sobre el sistema de gratificación de la persona, que está formado por las regiones del cerebro que administran la respuesta frente a placeres como el chocolate o el sexo. 

Además, este componente del cannabis estimula las células cerebrales para que liberen una sustancia química conocida como dopamina, que genera ese sentimiento de gran euforia. Otros efectos derivados de ese proceso son la risa espontánea, una mayor desinhibición y el aumento del apetito. Las percepciones de los cinco sentidos también se incrementan (por ejemplo, vemos los colores más llamativos y brillantes) y el sentido del tiempo y la distancia se distorsionan.

Los efectos varían dependiendo de la persona y de la vía de consumo. Como señalan diversos estudios, al fumar la marihuana se deposita mayor cantidad de THC en el torrente sanguíneo que al comerla. De hecho, si se ingiere cannabis en un alimento o una bebida, el inicio de los efectos es más lento, generalmente comenzando entre media hora a una hora después. 

La dopamina y el placer

Los neurotransmisores son la base de todas las emociones y los pensamientos, de la memoria y del aprendizaje. Además, son los encargados de transportar las señales entre las células nerviosas, o neuronas, del cerebro. 

La dopamina es uno de los neurotransmisores más importantes del sistema cerebral. Es conocido como el neurotransmisor del placer, ya que su principal función es activar los circuitos de recompensa del cerebro.

Lo que hace la marihuana es, a través del THC y otras sustancias químicas llamadas cannabinoides, amortiguar la actividad de otro neurotransmisor llamado GABA, que es el encargado de controlar la cantidad de dopamina que se libera. Así, al bloquear el GABA, aumenta el nivel de dopamina del cerebro. Esta dopamina se almacena en el núcleo ‘accumbens’, una región cerebral situada unos centímetros detrás de los ojos y conocida popularmente como ‘el centro del placer’. Desde esta parte del cerebro se produce el subidón de euforia y los componentes del cannabis influyen en otros comportamientos como el hambre, el sueño y los estados de ánimo.  

Cannabis para atenuar el dolor

El THC también es el responsable de la mayor parte de efectos terapéuticos atribuidos al cannabis. Además de la capacidad para generar un sentimiento de alegría y placer, la planta del cannabis contiene principios activos con potencial terapéutico para aliviar el dolor, estimular el apetito, disminuir la náusea y atenuar la presión ocular. El uso medicinal de la marihuana está asociado también con la mejora de los vómitos producidos por la quimioterapia. Por otra parte, aumenta el porcentaje de pacientes que experimentan una mejora del dolor, según un estudio publicado por el ‘Journal of the American Medical Association’ en 2015.

En la investigación ‘Cannabinoides: potenciales agentes anticáncer’, publicada por la Biblioteca Nacional de Medicina en 2003, Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, señaló que los beneficios más relevantes de la marihuana y sus preparados son la capacidad para reducir el dolor y los temblores, tics y espasmos provocados por otras enfermedades. Asimismo, los principios de la marihuana ayudan a regular el metabolismo y aplacan convulsiones y epilepsias infantiles. 

Gracias a sus beneficios, muchos países han aprobado el consumo terapéutico de la marihuana y otros se plantean incluso la legalización del uso recreativo. Estados Unidos es un caso representativo de cómo avanza la regulación: hasta los años 90, el consumo de marihuana era ilegal en todo el país. Hoy, un total de 28 estados más Washington D.C. permiten su uso medicinal, lo que supone que el 34 % de la población estadounidense vive en lugares donde se puede acceder a la marihuana por la vía legal. Por su parte, España permite el cultivo de la planta destinado al autoconsumo, que muchos usuarios aprovechan para sus enfermedades. Gracias a los efectos positivos que provoca en el organismo, la marihuana podría pasar de ser considerada una sustancia prohibida a una legal como el alcohol y el tabaco. 

Mucho por averiguar

Desde sus orígenes, el ser humano se ha aprovechado de los recursos naturales para aumentar su bienestar. Por ello, las propiedades medicinales del THC y de otros cannabinoides presentes en la planta de la marihuana son objeto de numerosos estudios en la actualidad, que tienen como objetivo evaluar y aprovechar los componentes químicos del cannabis y sus efectos sobre el cerebro para ayudar a los pacientes que sufren enfermedades y trastornos. 

En 1990, el Instituto de Medicina de Estados Unidos publicó un informe que anunciaba que era justificable la realización de nuevas investigaciones clínicas sobre los cannabinoides como medicamentos; desde entonces, se han desarrollado diversos fármacos que aprovechan los beneficios de la marihuana. 

En esa época, el dronabinol y la nabilona eran los únicos medicamentos cannábicos que contaban con la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) para ser recetados con el fin de tratar las náuseas en pacientes sometidos a la quimioterapia y para estimular el apetito en algunos pacientes. Ahora, se comercializan otros productos que aprovechan el THC vegetal para el alivio del dolor, pero la mayor parte de los usuarios prefieren el producto original. Por eso el cannabis es la planta más consumida a nivel mundial. 

 

 

Fuente: https://www.lamota.org/es/blog/cannabis-cerebro-placer/

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