Los árboles son las plantas más longevas y resistentes, ese tiempo y las adversidades climatológicas pueden moldearlos como esculturas vivientes. En otras ocasiones es la mano del hombre la que hace que los árboles tomen formas curiosas y espectaculares. Veamos pues algunos ejemplos de árboles que por unas peculiaridades u otras se erigen como singulares curiosidades del reino vegetal.
El Juniperus phoenicea (sabina negral) es la sabina que habita en la región mediterránea. En la imagen superior podemos ver un ejemplar de este árbol en su variedad “canarensis” que se encuentra en la isla de El Hierro, en las Islas Canarias, España. Allí los fuertes vientos han modelado el aspecto de la dura madera de esta especie.
Matusalén es el nombre que recibe este ejemplar de Pinus longaeva, se trata del organismo vivo más antiguo que se conoce con sus 4700 años de vida. Se encuentra en California en las White Mountains en un lugar que se mantiene en secreto para evitar actos vandálicos.
El olivo milenario de Vouves se encuentra en la isla de Creta y se trata del olivo más antiguo que se conoce. Su edad se estima en unos 2000 años aunque algunos científicos de la Universidad de Creta estiman que su edad se remontaría hasta los 4000 años. Su tronco tiene un perímetro de 12.5 metros y un diámetro de 4.6 metros. Todavía produce aceitunas cada año. Es uno de los siete olivos localizados en toda la región mediterránea que se estima que tienen una edad entre 2000 y 3000 años.
El árbol del Tule es un ahuehuete ( taxodium mucronatum) y es el árbol con el tronco más ancho del mundo. Tiene 42 metros de perímetro y un diámetro de 14.05 metros. Se encuentra en Oaxaca, México. No se conoce su edad pero se estima que debe tener más de 2000 años.
Tras ver esos prodigios de la naturaleza podemos admirar también estos árboles que son producto del trabajo del hombre. En concreto de Axel Erlandson un granjero californiano de origen sueco que creó en 1947 el Tree Circus, un jardín cuya baza principal eran los árboles que había ido moldeando poco a poco. Tras diversas vicisitudes estos árboles acabaron en el Gilroy Gardens en 1985.
Estos curiosos trabajos de escultura sobre árboles se iniciaron siguiendo los trabajos del paisajista alemán Arthur Wiechula que dedicó gran parte de su carrera al estudio de los nudos en los árboles.
Vía: greendiary.com
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